El poder del juego en los tratamientos pediátricos

El mundo de un niño está lleno de imaginación, diversión y juegos. Pero, ¿qué sucede cuando ese mundo se ve interrumpido por la realidad de un tratamiento médico intensivo? El Hospital Pereira Rossell (Fundación Niños Sin Dolor) se encuentra a diario con esta cuestión y ha encontrado una poderosa herramienta para ayudar a nuestros pequeños pacientes a lidiar con esta difícil realidad: el juego.

El juego es un lenguaje universal, una forma de comunicación y aprendizaje que los niños comprenden y disfrutan en todo el mundo. Pero más allá de la diversión, el juego tiene un poder transformador en los niños que atraviesan tratamientos médicos intensivos. El juego puede reducir el miedo y el dolor. A través del juego, los niños pueden comprender mejor lo que están experimentando.

Los juegos de rol, por ejemplo, pueden ayudarles a entender los procedimientos médicos que deben enfrentar, disminuyendo así el miedo y la ansiedad asociados a lo desconocido. Además, el juego puede ser una distracción eficaz durante procedimientos dolorosos o incómodos, lo que puede disminuir la percepción del dolor. El juego puede aumentar la resiliencia y la esperanza.

A través del juego, los niños pueden expresar sus emociones, lo que ayuda a procesar la experiencia de estar enfermo o en el hospital. En este sentido, el juego puede ser una herramienta terapéutica que promueve la resiliencia y ofrece una forma de escape, incluso en las circunstancias más difíciles.

En el Hospital Pereira Rossell (Fundación Niños Sin Dolor), están comprometidos con la idea de que cada niño merece la oportunidad de seguir siendo un niño, incluso mientras enfrenta tratamientos médicos intensivos. Creemos en el poder del juego para transformar la experiencia de estos niños y, con tu apoyo, podemos seguir haciendo de esta creencia una realidad.

Cada año, más de 3500 niños y recién nacidos son intervenidos quirúrgicamente en el hospital. Cada uno de ellos tiene una historia única, una sonrisa única, una risa única. Y cada uno de ellos se merece la oportunidad de seguir sonriendo y riendo, incluso en los momentos más difíciles. Tu apoyo puede hacer una diferencia significativa en la vida de estos niños.

Podés ayudarnos a transformar su experiencia, a reducir su miedo y dolor, y a aumentar su resiliencia y esperanza. ¿Estás listo para unirte a nosotros en esta misión? Invitamos a todos aquellos interesados en apoyar la causa a conocer más sobre la campaña "Transformá la experiencia de los niños de la Fundación". Juntos, podemos hacer que cada niño reciba los cuidados que se merecen. Porque cada sonrisa cuenta. Porque cada juego importa. Porque cada niño merece la oportunidad de ser un niño.

¡Ayúdanos a cumplir con esta misión hoy!